El canino a la ciudad a las horas que decidí manejar fue excelente. No hubo tormentas ni tranque hasta llegar al Puente de las Américas. La neblina cubria el camino en las regiones más rurales durante el inicio del camino.
Llego a Panamá sano y salvo y directo a descansar después de pasar la tarde de ayer dándole los últimos arreglos a la bitácora y viajar en la noche post-turno no me pareció buena idea.
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